«Lo que viene, lo que viene….»

“En la plaza de mi barrio, hay un anciano que presume de sabio, cada día anuncia la lluvia por llegar, tantos días de pleno sol, tantos días repite, que lloverá…  Un día llegó la lluvia y muchos decían: el sabio anciano tenía razón…”

A veces es tan fuerte nuestra necesidad de saber, de conocer aquello que sucederá y esperamos que alguien sea capaz de decirnos claramente: –lo que viene, lo que viene-, aquello que nos sucederá, que ponemos atención a personas que desenfadadamente no titubean a predecir, y lo hacen en un modo de comunicación que nos impacta, por su elocuencia y contundencia, así acaparan nuestra atención, incluso si exageran un poco, es mejor porque de ese modo se aseguran que prestemos algo tan valioso como nuestra atención en plenitud.

Es así como tantos comunicadores nos predicen respecto a pandemia, vacunas, economía, mercados, finanzas, criptomonedas, política, clima social, cambio climático, empleabilidad, tecnología, cambios sociales y tantos temas que ocupan la agenda de nuestro diario devenir…. siempre me pregunto al escucharlos, me dicen lo que creen que puede suceder o, aquello que quieren que suceda..?? Es obvio que hay muchos y grandes intelectuales que estudian fenómenos tan acelerados como los que vivimos, compartimos y nos impactan en nuestra aldea global. Suelen hacer referencias a tendencias, a modelos de indagación, a probabilidades, suelen ser eclécticos, más que dogmáticos y nos facilitan un pensamiento más abierto, más diverso, más analítico y más crítico.

No sé tú, pero yo a quienes repiten todo el tiempo que lloverá, ya no les pongo atención y trato de gestionar mi ansiedad por aquello que sucederá, para ello es muy recomendable tener siempre a mano esta cita que se le atribuye a Buda:

“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tu presente que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro, mira tu presente que es la causa”

Una herramienta muy interesante para gestionar nuestro presente y por ende gestionar la causa de nuestro futuro es algo que en Japón se llama Ikigai, palabra que surge de dos expresiones, una es Ikiru, que significa vivir y la otra es Kai, que refiere a razón, a propósito. Entonces, podemos utilizar el IKIGAI para tener siempre a mano, en todo momento de nuestra vida, a toda edad, bajo toda circunstancia, la razón y propósito de nuestro diario vivir y devenir.

Para ello es menester responder y siempre hacerlo por escrito, pues al escribir declaramos. Y si podemos hacerlo en un apuntador o cuaderno especial para Ikigai, es mejor para advertir nuestra evolución.

Lo primero es respondernos, qué nos hace feliz. Aquello que exprese nuestra pasión y nos exprese plenamente en tanto y en cuanto, nuestras mejores habilidades.

Lo segundo es respondernos, qué es aquello en lo que ya somos realmente buenos, que se refleje en nuestro hacer, en nuestra profesión.

Lo tercero es respondernos, en qué podemos ganar más dinero, generar más ingresos, atendiendo quizás alguna vocación postergada.

Lo cuarto es respondernos, qué puedo aportar para un mundo mejor, qué misión me representa en tal sentido.

Son cuatro niveles:

-Pasión

-Profesión

-Vocación

-Misión

Puedes tener siempre a mano tu Ikigai?  Y quizás que lo conviertas en suerte de bitácora personal. Al fin y al cabo, ya sabes que el anciano de la plaza de tu barriada, cada vez que pases a su lado te dirá que lloverá, un día sucederá, pero en tu bitácora podrás responder todo el tiempo y a toda edad, tu propósito de vida.

Una condición necesaria para hacer, escribir, describir y declarar tu Ikigai es que puedas lograr claridad especialmente para evitar quedar atrapado o atrapada en una ceguera cognitiva. Vivimos aún en #pandemia, tiempos de cambios tecnológicos acelerados y exponenciales, por ende necesitamos estar en modo learnability.

Para ello es menester todo el tiempo reconocernos si:

-No sabemos que no sabemos (ceguera).

-Sabemos que no sabemos (incompetencia consciente).

-No sabemos que sabemos (competencia inconsciente).

-Sabemos que sabemos (competencia consciente).

Podemos transitar cualquier etapa de nuestra vida personal y profesional, en soledad o acompañados, con mayor o menor compromiso hacia tu comunidad, vinculados en paralelo a dos guías permanentes, esto es, modo learnability + Ikigai = Gestión personal.

Del libro “Más allá del orden” , cuyo autor es  Jordan B. Peterson. En cita textual: “No tiene nada de extraño que la gente se preocupe a menudo hasta fustigarse, por lo que deparará el futuro. Esa inquietud es a la vez una consecuencia y una investigación de los múltiples caminos que parten del presente hacia el futuro. Los temas que nos inquietan hacen cola, a menudo de forma involuntaria, para que les demos vueltas. Cada inquietud exige tomar varias decisiones, qué problemas habría que solucionar? En qué orden deberíamos actuar? Qué estrategia habría que emplear? Todo esto requiere algo parecido a una elección: una elección libre, o un acto de libre albedrío. Y la decisión de actuar parece voluntaria; es fácil aunque muy desagradable para nuestra mente, sucumbir a la parálisis de la voluntad. En cambio, decidir voluntaria y libremente es difícil y agotador. No se parece en nada a los procesos automáticos de actos reflejos o habituales que nos impulsan hacia delante sin pensar. Más bien cuando decidimos, afrontamos el futuro de cara”.

Y de ello se trata querida amiga y amigo, de afrontar el futuro de cara, bien de frente. Así es como podemos seguir una historia y narrativa del buen y reciente (2019) film español “Vivir dos veces”. Sus intérpretes: Oscar Martínes,  Mafalda Carbonell, Inma Cuesta, Nacho López, Jordi Aguilar. Directora, María Ripoll.

Aquí su tráiler. En YouTube Filmax

Siempre podemos evitar inhibiciones y en cualquier momento, poder asumir nuestro protagonismo pleno en la vida. El storytelling nos proporciona un espacio de inspiración hacia el storydoing, como el protagonista del filme, que pone manos a la acción e inicia su viaje, su búsqueda, quizás, sólo quizás….. imagino en algún bolsillo de un saco ya olvidado de su guardarropas encontró en papel amarillo…. su viejo Ikigai….

Que pases bien! Muchas gracias por tu tiempo dispuesto en la lectura de mi borrador urbano modelo junio/2021, con barbijo.

Abrazo de gratitud.

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